Cuando la apatía te devora el alma
sobreviene un vacío
de pensamientos lúcidos.
y se mueren lentamente las ideas
que enriquecen nuestra esencia,
las de la inspiración
devoradora de la hermosura.
Cuán frágil me siento
en esta instancia del ser,
y cuánta esencia
se pierde en mi misma.
Como si las palabras
se desconectaran
de un toma corrientes,
como si el desvelo
fuese una página en blanco,
sin atajos que me faciliten
la salida hacia un estado
de cordura de mi mente,
que me devuelva la capacidad
de describir la magia
con que mis pensamientos establecen
un vínculo con la creatividad.
Soy como el abismo en el abismo mismo,
como un pájaro sin alas,
como una lágrima suspendida,
como un film en blanco y negro
o una caricia que se evapora.
Soy y no soy
en un instante de melancolía,
y me desvelo en la búsqueda
de este ser fragmentado,
anhelando las fragancias
que perdí por mi ceguera,
o los matices de la naturaleza
que me devoré un día
describiéndolos en forma ostentosa
hasta quedar vacía
por un exceso de ideas,
por querer alimentar tanto
mis pensamientos
engolosinándome con la belleza,
pretendiendo
que ya no quedaba nada por decir,
alimentándome de mi propio vacío,
que arrogante me subyuga
a recrear mi universo creativo,
recuperando mi extraviada
y obstinada inspiración.
Elbi (Derechos reservados)
No hay comentarios:
Publicar un comentario