Ni mis días vacíos
ni mis desvelos gastados
ni mis horas quietas
pueden vulnerar mis amaneceres
al instante único en que mi vista
se concentra en la contemplación
de mi jungla interna
fusionándose con la geometría
de un paisaje que cautiva
el costado visible de mi conciencia
al cotidiano instante
de abrir mis persianas
y despertar a la vida.
Elbi (Derechos reservados)
Felicitaciones amiga, por el blog y por el poema.
ResponderEliminarPrometo entrar cuando tenga más tiempo con más detenimiento.
Creo que hice un enlace con los míos, pero no estoy segura.
ya veré cómo hacerlo si no lo logré.
Un abrazo.
norma