Mis días adolecen del recuerdo
como ese cielo que buscaba atrapar
idéntico a la luna que me robé
de otros veranos
o las estrellas
que coseché detrás del sauce.
Y quise tejer ilusiones
que alimentaran mi alma
de la más vibrante emoción
de sentirme viva
hasta explotar en cristales
que caen presurosos
y se fragmentan en mi interior
presagiando el llanto.
No los dejo alcanzarme
me regocijo con la luna
aliada de mis estados
o el rocío que humedece mi rostro
y me refresca la memoria
de mis vidas diáfanas
adonde las paredes de mi morada
están limpias
del hedor de la tristeza.
Y dejo entrar por las rendijas
el aire puro de tantas noches
desveladas al olvido.
Elbi (Derechos reservados)
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