Presumo de la niña
de espejos antiguos,
y esta mujer de hoy,
aliada invisible de mis días,
tallada a través
del cristal de mis ojos,
sobreviviendo a mi codicia
de perpetuidad,
mutando
en las infinitas mujeres
de mis aspiraciones,
reclinada en un espejismo,
usurpando los sueños
de cada una,
como esferas de utopías,
sin que mi esencia mute
por las arterias de la soberbia.
Ansío ser todas
las mujeres que habitan en mí
y llevar superpuestas
las pieles de mi trascender
en este universo de añoranzas
que echaron raíces
en mi propia existencia.
Elbi (Derechos reservados)
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